domingo, 25 de marzo de 2007

8. El Chile de hoy: nuestro contexto para avanzar hacia una sociedad más ética.

Cuando decimos que queremos construir una sociedad más ética lo hacemos desde nuestra opción por una moral de protagonismo. Esto significa postular que el ser ético se posibilita, pues consiste justamente en la práctica de una vida vivida en la libertad. Ser éticos significa tomar la vida con nuestras propias manos y para ello deben darse las condiciones que permitan lo mismo. Es por esa razón que requerimos mirar nuestro contexto pues en él vivimos y nos construimos.

Eugenio Tironi[1] nos plantea algunos rasgos que iluminan el conocimiento de nuestro contexto, aspecto que agregamos a lo dicho ya en escritos anteriores. Para este autor las notas fundamentales de la nueva realidad chilena son las siguientes:

1. Vivimos en una sociedad con un mayor grado de complejidad. En ella hay dos problemas casi contradictorios pero reales e incluso apremiantes: la escasez y la abundancia. Por un lado muchos chilenos viven los dramas y frustraciones de la pobreza y del arcaísmo. Por otro lado, existen chilenos que experimentan las tragedias y angustias de la modernidad. De alguna manera convivimos drásticamente con dos modelos en un mismo país: los dramas de los países desarrollados y los de los países subdesarrollados. Para Tironi “hay. un riesgo que no debe ser menospreciado: uno es que el país sea progresivamente conducido en función de las angustias (reales) de las clases medias y de las elites, dejando de hecho en un segundo plano las miserias (también reales, aunque menos glamorosas y con menos prensa) de los sectores más pobres.

2. Otro rasgo importante de la realidad chilena es la lógica del consumidor que puede plantearse así: elijo y pago en el mercado la alternativa más ventajosa y exijo que se me dé exactamente lo que pagué. Esta lógica se ha internalizado en los individuos y se ha elevado también a dominios más allá del campo económico. Hemos ido transitando desde una sociedad con protagonismo del Estado y después en la Empresa, a otra centrada en el protagonismo del consumidor. La sociedad chilena se ha transformado en una sociedad de consumo de masas que se expande y puede poner en tensión la capacidad empresarial del país.

3. Un tercer rasgo lo constituye la noticia como industria. Es la irrupción de la opinión pública. Esto explica el protagonismo de los medios de comunicación y lleva a la especialización de una actividad cada vez más importante: el periodismo. La televisión desplaza a los medios escritos e impone su estilo y ritmos a todo el sistema social y cultural.

4. En relación al poder, aspecto que nos interesa particularmente, nos encontramos con un fenómeno de creciente dispersión. Existe una cada vez mayor diversidad de actores, aspecto al parecer “normal” en una sociedad que pretende ser más pluralista. Evidentemente el poder continúa fundamentalmente en manos del gobierno pero cada vez más acotado y compartido con los municipios y con el parlamento que aumenta su papel fiscalizador creador de opinión publica. Por otro lado el poder judicial va tomando más peso como arbitro de conflictos e incluso como actor en la contingencia política.

5. Finalmente, la política va despertando más indiferencia que entusiasmo. Sin embargo existen indicadores que van mostrando que la política puede llegar a alcanzar mayor centralidad. Es posible que se vaya desarrollando una petición de alternativas que pueden marcar un grado de ruptura con el presente. La gente buscará un mayor sentido a su vida en sociedad.
Junto a lo anteriormente dicho, importa resaltar el tema de la diversidad. Al parecer nuestra sociedad va creciendo en niveles de tolerancia aceptando la existencia legítima de distintas posturas y formas de entender y vivir la existencia humana. Cada vez son más aceptadas las manifestaciones de las llamadas “minorías” sexuales, étnicas, raciales, etc. ¿Qué puede significar todo esto para la vida en sociedad y el futuro colectivo?

Todo lo anteriormente expuesto configura parte de una realidad que es el contexto que vivimos. Desde ahí podemos no solo entender nuestra contingencia sino también proyectar la posibilidad de construir una sociedad con miembros más protagonistas de una historia que podemos hacer entre todos. De ese modo vamos dando pasos en calidad ética y por lo tanto en mayor humanidad.

[1] Tironi,Eugenio La irrupción de las masas y el malestar de las elites Grijalbo 1999 (225 ss)

1 comentario:

Unknown dijo...

Qué interesante este análisis.
Podrías profundizar sobre la relación de violencia y estado que mencionas en tu artículo de la política según Weber?
Felicitaciones por la creación de este espacio.