martes, 20 de febrero de 2007

4. La Política según Weber: ¿de qué estamos hablando?


Como dice Max Weber, cuando hablamos de política podemos entender varias cosas: la política de un padre hacia su familia y sus hijos, la política de una organización social que decide proyectarse hacia su medio, la política de una organización sindical como ocurrió estos días en Santiago de Chile, con algunos trabajadores del Transantiago que quisieron ir a huelga, e incluso la política de una astuta mujer que quiere dominar a su marido. Pero no son estas experiencias que nos sirven mucho de base para nuestra reflexión que desea relacionar política con ética. “Por política entenderemos solamente la dirección o la influencia sobre la dirección de una asociación política, es decir, en nuestro tiempo, de un Estado”[1]

Weber relaciona este concepto de asociación política con el recurso legítimo a la violencia, para anotar lo propio, es decir, la naturaleza misma del Estado. En este sentido vincula el concepto de Poder Político con el de Violencia Legítima.

Dicho autor se pregunta “qué es, desde el punto de vista de la consideración sociológica, una asociación política? Y afirma que lo único que caracteriza al Estado es la posesión de la violencia física. Si esto no fuera así, habría anarquía, algo así como lo que Hobbes explicitó con su frase “el hombre es el lobo del hombre” planteando el estado salvaje original donde todos están contra todos. “La violencia - dice Weber - no es, naturalmente, ni el medio normal ni el único medio de que se vale el Estado, pero sí su medio específico”[2]. Siendo el Estado el único poseedor del monopolio legítimo de la violencia, se afirma que todo uso de la misma tiene como fuente al mismo Estado.

Qué puede asociar el ser humano a la violencia. Ciertamente lo primero que asociamos ante esta mínima idea es la dominación. Es la experiencia, por ejemplo, del uso de la violencia de un torturador ante una víctima; es la experiencia también de la violencia intrafamiliar de un esposo ante tu señora, o de un padre o madre ante sus hijos, por naturaleza más indefensos; es también la violencia de un pedófilo ante su víctima o de un profesor o maestro frente a sus alumnos. Ciertamente es la violencia de un dictador ante los miembros de una sociedad o de un patrón frente a sus empleados. En todos los casos de uso y abuso de violencia nos encontramos con el fenómeno de la dominación, donde uno aparece fuerte y con poder sobre el otro, y éste débil y solamente en condiciones de obedecer.

Pero cuando Weber habla del Estado en relación a la violencia y la dominación, indica que se trata de una violencia legítima. “El Estado, como todas las asociaciones políticas que históricamente lo han precedido, es una relación de dominación de hombres sobre hombres, que se sostiene por medio de la violencia legítima (es decir la que es vista como tal).

Por lo tanto la Política, según Weber, estará directamente relacionada con el ejercicio exclusivo, o al menos la posibilidad del éste, de la violencia considerada legítima en su uso por parte del Estado.

[1] Weber Max. El Política y el Científico Ed. Libertador, B. Aires. 2005. (11)
[2] Ibid (12)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tudo Bem? bonita este blog parece bem estruturado.........Boa pinta :/
Adorei faz mais posts deste modo !

Anónimo dijo...

Muy bueno, realmente aquí puede entender el pensamiento de Weber~